Con más de 35 años en Grupo CIE, Ana López es mucho más que una referente técnica en CofraWin. Es la persona que ha logrado ganarse la confianza de las cofradías y mayoristas, guiándolos a través del proceso de digitalización con una cercanía que pocos consiguen. Su capacidad para entender las necesidades del sector pesquero y ofrecer soluciones personalizadas ha marcado la diferencia.
En esta entrevista, Ana comparte su experiencia, cómo se ha adaptado a los cambios tecnológicos y qué consejos tiene para aquellos que, como ella, buscan dejar huella en el sector pesquero. Además, nos revela por qué el pilates y las rutas de senderismo son sus grandes pasiones y qué consejo le daría a la persona que empezó en Grupo CIE hace más de tres décadas. ¡Conócela!
Llevas más de 35 años en Grupo CIE y has sido testigo de su evolución tecnológica. ¿Cómo describirías los cambios más significativos que has visto en la empresa y en el sector pesquero en este tiempo?
A lo largo de estos más de 35 años en Grupo CIE, he sido testigo de cambios tecnológicos impresionantes. Al principio, trabajábamos con ordenadores que apenas tenían 10 megas de capacidad en su disco duro y discos flexibles (con eso ya te lo digo todo). En el sector, lo que antes se gestionaba de manera manual y en papel, ahora está totalmente digitalizado, permitiendo un control exhaustivo de todo el proceso pesquero.
Sin embargo, no todo ha sido positivo. Un aspecto que ha afectado a peor, a mi parecer, es el tema de las cuotas de pesca, que han limitado los días en los que las embarcaciones pueden faenar. Esto ha añadido restricciones que impactan tanto en los pescadores como en el mercado en general.
Eres la persona de referencia para CofraWin y la solución de Seguridad Social del Régimen del Mar. Gestionas en total 60 clientes. ¿Cómo es el día a día de alguien que lleva tantas cuentas y responsabilidades a la vez?
Mi día a día puede ser bastante intenso, sobre todo cuando gestiono tantas cuentas y responsabilidades a la vez, pero he aprendido a priorizar. El truco está en filtrar los temas según su nivel de urgencia, de manera que pueda abordar los más críticos rápidamente y mantener todo en movimiento. Mi objetivo es asegurarme de que los clientes reciban atención sin demoras, sin que eso afecte la calidad del servicio.
Además, una parte esencial de mi trabajo es mantenerme siempre actualizada sobre los cambios legales que puedan impactar en nuestros productos. Esta preparación me permite anticiparme a posibles dificultades y ofrecer soluciones proactivas, lo que resulta fundamental para garantizar que nuestros clientes nunca se queden atrás.
El sector pesquero está en plena digitalización, pero aún conserva una mentalidad tradicional. ¿Cómo consigues que las cofradías confíen en la tecnología y adopten CofraWin?
La clave para que las cofradías confíen en la tecnología y adopten CofraWin está en la cercanía, la empatía y la formación personalizada.
El sector pesquero, con sus fuertes raíces tradicionales, tiene sus reticencias ante lo digital, por lo que es crucial comprender sus inquietudes y hablar su mismo idioma. Desde el principio, mi enfoque es claro: la digitalización no viene a reemplazar su experiencia, sino a complementarla y optimizar su trabajo diario.
El primer paso es realizar demostraciones prácticas donde puedan ver, de manera sencilla y clara, cómo CofraWin facilita tareas complejas como la gestión de la Seguridad Social o el manejo de la documentación administrativa. Además, ofrezco un acompañamiento constante durante la implementación, lo que ayuda a generar confianza y a reducir la resistencia al cambio.
Formar a los usuarios de forma gradual también es esencial, adaptando el ritmo a su nivel de familiaridad con la tecnología. Siempre estoy disponible para resolver cualquier duda y proporcionar apoyo técnico, lo que refuerza la relación cercana y el compromiso con el cliente.
Has trabajado en la modernización de CofraWin, adaptándolo a nuevas tecnologías y necesidades. ¿Cuál fue el mayor desafío en ese proceso y qué impacto ha tenido en las cofradías?
El mayor desafío en la modernización de CofraWin no fue tanto la actualización tecnológica, sino la formación del personal de las cofradías para adaptarse a las nuevas herramientas y procesos. Dado que el sector pesquero es muy tradicional, muchos usuarios mostraron una resistencia inicial al cambio. Sin embargo, con una formación adecuada y un acompañamiento cercano, hemos logrado superar esas barreras, permitiendo que las cofradías aprovechen al máximo las nuevas funcionalidades y mejoras.
¿Cuál dirías que es el aspecto más infravalorado de la gestión en las cofradías que CofraWin ha logrado mejorar significativamente?
Sin duda, uno de los aspectos más infravalorados en la gestión de las cofradías es la trazabilidad y el control documental. Muchas veces se tiende a pensar que lo más importante es la captura y la venta del producto, pero garantizar un registro ordenado y preciso de toda la documentación administrativa es fundamental para el cumplimiento normativo.
Antes de la implementación de CofraWin, muchas cofradías gestionaban estos procesos de manera manual o con sistemas poco estructurados, lo que generaba retrasos, pérdidas de información y un gran esfuerzo administrativo. CofraWin ha cambiado completamente este panorama al ofrecer una plataforma centralizada donde la documentación está perfectamente organizada, accesible y actualizada en tiempo real.
Tienes un perfil técnico, pero también una gran capacidad para empatizar con los clientes. ¿Cuál crees que es la clave para equilibrar el rigor técnico con la paciencia que requiere trabajar con el sector pesquero?
Es fundamental ponerse en su lugar, escuchar sus preocupaciones y adaptar el lenguaje técnico a términos más accesibles y prácticos. Mi enfoque es mantener un trato cercano y respetuoso, mostrando siempre disposición para explicar tantas veces como sea necesario. Además, suelo utilizar ejemplos concretos y situaciones cotidianas que ellos conocen bien para que puedan visualizar cómo la tecnología puede simplificar su trabajo. Esto crea un ambiente de confianza y hace que los usuarios se sientan acompañados en el proceso de adaptación.
Por otro lado, es esencial no sacrificar el rigor técnico en pos de la empatía. Mantengo siempre un alto estándar en la calidad de las soluciones que ofrezco, pero presentándolas de manera que no resulten abrumadoras. A veces, es mejor dosificar la información e ir paso a paso, en lugar de intentar transmitir todo de golpe.
Creo firmemente que el equilibrio se logra siendo un profesional accesible y comprensivo, pero también transmitiendo seguridad y dominio técnico. De esta manera, el cliente percibe que está en buenas manos y que puede confiar en mí tanto para resolver problemas como para aprender a utilizar las herramientas de forma autónoma.

Estás formando a Marcos, quien tomará el relevo cuando te jubiles. ¿Cómo ha sido ese proceso de transmisión de conocimientos y qué consejo le darías para que continúe tu legado?
El proceso de transmisión de conocimientos a Marcos ha sido una experiencia gratificante y, a la vez, una gran responsabilidad. Mi objetivo no ha sido solo enseñarle la parte técnica, sino también compartir la filosofía de trabajo que me ha guiado: la cercanía con los clientes, la capacidad de escuchar y el compromiso con la calidad.
Desde el principio, le he dado la oportunidad de enfrentarse a problemas reales bajo mi supervisión, para que gane experiencia práctica y confianza. También le he enseñado a mantener la calma en situaciones de presión, algo clave en este sector. Mi consejo principal para él es que nunca pierda el contacto humano con los clientes. La tecnología es esencial, pero el éxito de CofraWin depende de que las cofradías sientan que detrás de la herramienta hay personas dispuestas a ayudarles. Además, le recomendaría seguir actualizándose en innovaciones tecnológicas, sin perder de vista las particularidades del sector pesquero.
Confío plenamente en que Marcos continuará el legado con éxito, ya que ha demostrado ser un profesional comprometido y con muchas ganas de aprender.
Como responsable de CofraWin, tu trabajo es evitar errores y optimizar la gestión de las cofradías. ¿Cuáles son los problemas más comunes que encuentras y cómo los solucionas?
A pesar de que es un programa que ya no está sufriendo demasiados cambios, sí es verdad que de vez en cuando aparece algún error inesperado que no se había dado antes. Mi forma de proceder suele ser, en primer lugar, evitar que el cliente se quede parado, es decir, si se puede solucionar de una forma manual por nuestra parte, se hace. Y luego, por supuesto, corregir el posible fallo para que no se vuelva a producir.
Trabajas con un sector que valora mucho la confianza y la cercanía. ¿Cómo se gana esa confianza con clientes que, en algunos casos, pueden mostrarse reacios a la digitalización?
Hay que hacerles ver las mejoras que van a obtener a partir del cambio. Y algunas veces, adaptarte tú a sus necesidades.
Otro factor clave es el acompañamiento continuo. No basta con instalar la herramienta y marcharse; es fundamental estar disponible, resolver dudas rápidamente y brindar formación personalizada cuando lo necesiten. Esto demuestra un compromiso genuino y fortalece el vínculo de confianza.
En definitiva, la clave está en construir relaciones basadas en la cercanía y el apoyo constante, demostrando que la tecnología no es una amenaza, sino una aliada que les permitirá trabajar con más eficiencia y tranquilidad.
Has trabajado en una fábrica de redes y ahora en tecnología para el sector pesquero. Si volvieras a empezar, ¿volverías a elegir este camino o te habría gustado probar algo diferente?
¡Cosas de la vida! Mi primer trabajo fue en una fábrica de redes de pesca. Y a la informática llegué podría decirse que por casualidad. Ya lo contaré en otra ocasión.
A lo largo de mi trayectoria en Grupo CIE y trabajando con CofraWin, he descubierto que una de las áreas que más me apasiona es precisamente la contabilidad. Si bien estoy muy satisfecha con el camino que he recorrido, reconozco que la contabilidad ha sido siempre un aspecto en el que me he sentido especialmente cómoda y motivada.
Vives en Benidorm, pero tu hijo Andrés está en Murcia. ¿Cómo gestionas esa distancia y qué es lo que más disfrutas cuando os reunís?
Aunque la distancia entre Benidorm y Murcia no es muy grande, siempre se echa de menos tener a la familia cerca. Aún así, hablamos casi a diario por teléfono o videollamada, lo que hace que estemos conectados a pesar de la distancia. Lo que más disfruto cuando viene a vernos es simplemente pasar tiempo juntos, ya sea dando un paseo, compartiendo una buena comida o charlando tranquilamente. Siempre encontramos algún tema de conversación interesante, y me encanta escuchar cómo le va en su día a día y compartir anécdotas o experiencias.
Hace unos años decidiste empezar a hacer pilates y apuntarte al gimnasio. ¿Cómo ha cambiado eso tu rutina y qué beneficios has notado?
Empezar a hacer pilates y apuntarme al gimnasio fue una de las mejores decisiones que tomé hace unos años. Al principio lo hice por recomendación médica, ya que pasaba muchas horas sentado frente al ordenador y empezaba a notar molestias en la espalda y las articulaciones. Sin embargo, pronto se convirtió en parte fundamental de mi rutina, y ahora no lo cambiaría por nada.
El pilates me ha ayudado muchísimo a mejorar la postura y fortalecer el core, lo que ha reducido notablemente los dolores de espalda. Además, he ganado flexibilidad y equilibrio, algo que antes ni siquiera me planteaba conseguir. Por otro lado, el gimnasio me ha dado energía extra para afrontar el día a día y me ha ayudado a despejar la mente después del trabajo.
Lo que más valoro es cómo ha mejorado mi bienestar general. No solo me siento físicamente mejor, sino que también noto una gran diferencia a nivel mental: liberar tensiones y desconectar durante un rato me ayuda a enfrentar las responsabilidades con más calma y claridad. Además, ha sido una excelente oportunidad para conocer gente nueva y compartir objetivos saludables. En definitiva, incorporar el ejercicio a mi rutina ha supuesto un cambio muy positivo tanto a nivel físico como mental, y es algo que pienso seguir manteniendo en mi vida
Si pudieras hacer una ruta de senderismo en cualquier parte del mundo, sin límites de tiempo ni presupuesto, ¿dónde sería y por qué?
No lo había pensado, pero el lugar me daría igual siempre que estuviese bien acompañada. Y, sobre todo, lejos del ruido. ¿Por qué? Porque el contacto con la naturaleza recarga las pilas y descansa la mente. Y la buena compañía es fundamental para enriquecer tu día a día.

Si pudieras darle un consejo a la Ana que empezó en Grupo CIE hace más de 35 años, ¿qué le dirías?
A la Ana de hace 35 años le diría que disfrute del camino tanto como del destino, igual que en el senderismo. Que no tenga miedo de los retos que puedan surgir, porque cada dificultad será una oportunidad para aprender y crecer, tanto profesional como personalmente.
Le diría que la paciencia y la perseverancia serán sus mejores aliadas, y que no pierda la curiosidad por seguir aprendiendo, especialmente en un sector que evoluciona constantemente. También le aconsejaría que valore el poder del trabajo en equipo y la cercanía con los compañeros, porque esas relaciones serán fundamentales para superar cualquier obstáculo.
Además, le recordaría que, al igual que en una ruta de senderismo, habrá tramos más duros que otros, pero que al final, al mirar atrás, sentirá un orgullo enorme por cada paso dado. Y, sobre todo, que confíe en sí misma y en su capacidad para adaptarse y sacar adelante cualquier proyecto, porque los resultados hablarán por sí solos. Por último, le diría que nunca pierda el equilibrio entre el trabajo y sus aficiones, porque salir a caminar por la montaña le dará la claridad y la energía necesarias para enfrentar cada día con ilusión y optimismo.
Ana ha demostrado que la combinación de experiencia, cercanía y pasión por la innovación puede transformar el sector pesquero. Si tú también quieres conocer más sobre cómo la tecnología puede facilitar tu trabajo, ¡no dudes en contactar con nosotros y ser parte de este cambio!