En 2025, el sector pesquero español atraviesa un momento clave marcado por la entrada en vigor de nuevas normativas europeas. Para comprender cómo estos cambios están afectando a quienes forman el corazón de la actividad pesquera, Grupo CIE ha impulsado un estudio en el que han participado 100 mayoristas de primera venta distribuidos por todo el territorio nacional.
Los resultados ponen de manifiesto una opinión mayoritaria y clara: un 80% de los profesionales del sector considera que las normativas van en contra de los intereses del sector. Este dato, revelador y relevante, pone sobre la mesa la urgencia de entender en profundidad estos cambios y reflexionar sobre cómo afrontarlos para garantizar la continuidad y competitividad de la actividad pesquera. ¿Estás listo?
Índice
Conocimiento y percepción de las nuevas normativas europeas
Una de las primeras conclusiones del estudio es que el conocimiento sobre la normativa europea es bastante elevado. Tres de cada cuatro mayoristas encuestados afirman estar al día sobre la legislación vigente, gracias principalmente al apoyo que reciben de sus asociaciones sectoriales y a la información accesible en buscadores online.
Este nivel de conocimiento, sin embargo, no se traduce en una valoración positiva de las normas. Aunque un 76% considera que las reglas son claras y fáciles de entender, un abrumador 80% siente que estas normativas no están alineadas con los intereses reales del sector pesquero español. Además, casi dos tercios de los participantes opinan que estas reglas no favorecen la competitividad de sus negocios.
Esta paradoja entre entender la norma y cuestionar su adecuación nos habla de un sector que siente que las leyes vienen de fuera, quizás con buenas intenciones, pero sin un suficiente conocimiento de las particularidades y retos propios de la pesca en España. Esta desconexión puede estar limitando la capacidad de los mayoristas para competir en igualdad de condiciones, afectando su día a día y su futuro.
El impacto
Al profundizar en el impacto que estas normativas tienen o tendrán, las opiniones se dividen. Un 44% de los encuestados anticipa consecuencias negativas, mientras que un 29% ve la posibilidad de efectos positivos y un 27% cree que no habrá grandes cambios.
Aunque hay diversidad de perspectivas, lo cierto es que las estimaciones de pérdidas económicas, empleo y calidad son significativas. Los mayoristas calculan, en promedio, una reducción del 25% en ingresos, un 28% menos de empleos y una caída del 30% en la calidad del producto que manejan.
Frente a estas cifras, los mayoristas proponen varias vías para reducir el impacto. Principalmente:
- La revisión y flexibilización de las restricciones generales
- Una actualización de las vedas de pesca que tenga en cuenta la realidad productiva
- Una adaptación más precisa de las normativas a las condiciones específicas del sector en España
Es importante destacar que, pese a estas dificultades, un 93% de los mayoristas afirma que seguirá en el sector durante los próximos cinco años. Este dato refleja un compromiso fuerte y la voluntad de mantener viva una actividad que no solo es un negocio, sino una forma de vida y un motor económico en muchas regiones.
La tecnología: una aliada necesaria
El estudio también arroja luz sobre el papel que juega la tecnología en este contexto cambiante. El 80% de los mayoristas declara usar herramientas tecnológicas frecuentemente para facilitar su trabajo, desde la gestión diaria hasta el control de inventarios y procesos administrativos.
Sin embargo, existe un escepticismo generalizado respecto a que la tecnología pueda mitigar por sí sola los efectos negativos de las nuevas normativas. Un 93% considera que la digitalización es necesaria, pero insuficiente para contrarrestar los impactos normativos sin otras medidas complementarias.
Un buen ejemplo de esto es la factura electrónica: aunque el 68% cree que aportará mayor transparencia documental, un 87% advierte que supondrá una carga administrativa adicional que requerirá esfuerzo extra para adaptarse, y más de la mitad no espera que mejore la gestión de pagos o reduzca errores administrativos.
Estos datos ponen sobre la mesa que, aunque la tecnología es una herramienta esencial, su implementación debe ir acompañada de formación, soporte y soluciones adaptadas a las características y ritmo de trabajo de los equipos del sector pesquero. Solo así podrá convertirse en un verdadero aliado para facilitar el cumplimiento normativo y la gestión empresarial.
Adaptarse para crecer
Este estudio pone sobre la mesa un escenario que exige atención y acción: un sector con alta conciencia de los cambios regulatorios, preocupado por sus efectos, pero decidido a continuar, consciente de que adaptarse es la única vía para seguir siendo competitivo y sostenible.
Este proceso de adaptación requiere un equilibrio entre normativas claras y realistas, diálogo continuo entre legisladores y sector, y un compromiso real con la digitalización como herramienta que permita hacer más con menos, simplificar la gestión y abrir nuevas oportunidades.
Grupo CIE, con más de 35 años de experiencia trabajando mano a mano con el sector pesquero, invita a los profesionales a seguir informándose, a reflexionar sobre estos retos y a confiar en soluciones tecnológicas que estén pensadas para sus necesidades reales. Solo con esta combinación de conocimiento, diálogo y tecnología será posible asegurar que la pesca española siga siendo un sector fuerte, competitivo y sostenible en los próximos años. ¿Quieres que te ayudemos? ¡No dudes en ponerte en contacto con nosotros!